Quiero hacer una reflexión personal sobre la lectura...
He de confesarlo, tengo una adicción: los libros. Creo que no los leo, los devoro. Siento, en determinadas épocas de mi vida, la necesidad de leerlos. Desde pequeña me encanta enfrascarme en las historias que me ofrece cada uno de ellos, de sumergirme en sus aventuras, amores, desamores, de convertirme en princesa, guerrero, gato, campesina o vampiro.
No recuerdo bien cuando empezó mi afición por la lectura, pero sí recuerdo bien mi etapa del instituto, con las típicas lecturas "obligatorias", qué más de una vez me dieron algún que otro quebradero de cabeza. Sin embargo, lo que más recuerdo de todo eso fueron los libros-tesoro que descubrí gracias a estas obligadas lecturas, libros que si no me "hubieran obligado" a leer, no conocería probablemente. Cuando continué en la Universidad, ya no eran lecturas obligatorias, ahí había que leerse obligatoriamente un determinado número de libros (de entre toda una lista de opciones), que también me dieron algún que otro dolorcillo de cabeza, pero, al menos, yo lo elegía.
Cuando terminé la universidad ya nadie me obligaba a leer libros, sin embargo, sentía la necesidad de hacerlo, ahora la que me obligaba a hacerlo era yo misma, y no por imposición, sino por necesidad... Se había convertido (como lo es ahora) en mi pequeño placer. Como dice el gran Manolo García "leo y me sosiego"...
Toda esta reflexión me lleva a plantearme, ¿cómo puedo trasmitir esa magia de leer a mis alumnos y alumnas? Borges dice que “hablar de lectura obligatoria es como hablar de felicidad obligatoria”, sin embargo, muchos de ellos, por su propia iniciativa, no suelen buscarlos.
En toda la red existen multitud de información sobre estrategias para desarrollar la comprensión lectora, en el portal de Educación de Argentina (educ.ar) hay un artículo muy interesante sobre este tema. Os recomiendo su lectura, yo aquí extraigo unas conclusiones bastante importantes a mi parecer:
... Lo importante es que haya presente una necesidad, a partir de la cual sea indispensable leer. También se debe fomentar la "lectura por placer" y poner a disposición de los niños textos literarios que respondan a sus gustos y preferencias. De esta manera, y al utilizar las estrategias necesarias, lograremos el desarrollo de capacidades cognitivas que les permitan LEER Y COMPRENDER...
Es decir, primeramente se lee porque hay necesidad de hacerlo, en nuestra vida diaria constantemente estamos utilizando el lenguaje escrito, pero desde casa y desde la escuela debemos explotar este hábito ampliándolo al placer de leer por leer, desarrollando estrategias de comprensión lectora que ayuden al niño a adquirir la competencia lectora.
Este es un vídeo de una campaña del Ministerio de Cultura que en su día (y aún ahora) me transmitió mucho, por la gran verdad que dice...
Los adultos ejercemos una clara influencia en los niños, tanto en actos conscientes como en los inconscientes, es por ello que debemos sobrellevar esta gran responsabilidad de forma positiva, natural, sin imposiciones pero guiando los pasos hacia la consecución de ese hábito por la lectura, por que al fin y al cabo, la magia de leer siempre acaba envolviéndote, esperando agazapada a que vayas a buscarle.
Creo que la clave, como docentes, padres o tutores que somos, es asentar las bases de ese hábito, haciendo que el niño o niña descubra el placer de leer, el resto del camino, seguramente, ya vendrá rodado...
¿Qué opináis vosotros?¡Se aceptan propuestas!
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